Discurso de Apertura
PALABRAS DE APERTURA PARA JORNADA DEL 11 DE MARZO DEL PRESIDENTE DE LA FUNDACION PAMPA SUR, Dr. MIGUEL SAREDI
Quiero agradecer a las autoridades nacionales, provinciales y municipales que hoy nos acompañan, porque su presencia en estas Jornadas, habla de la trascendencia que le dan al sector agropecuario. También a las entidades intermedias y gremiales, representativas del sector, y fundamentalmente a los productores agropecuarios, empresarios y profesionales, por su apoyo permanente y su constante acompañamiento.
Hace nada más que un año atrás, motivados por el convencimiento de que el sector más dinámico e importante de la economía argentina, debía tener una representación mucho más importante y una defensa sostenida -no sólo por la urgencia del momento, sino por nuestro futuro como Nación- comenzamos a trabajar en la conformación de un grupo de dirigentes y militantes políticos.
Pero nunca imaginamos que se iba a producir este crecimiento tan vertiginoso y geométrico, que hoy nos obliga a pedir disculpas públicamente a aquellos productores y representantes que no pudieron ser incluidos en estas Jornadas, a pesar de su voluntad y decisión de ser parte activa en esta iniciativa.
Pero a ellos les queremos decir que esto recién comienza, y que la descentralización y apertura que pregonamos y queremos para nuestra Argentina, también la consideramos fundamental para construir -entre todos- este Movimiento de argentinos, que sólo ansiamos ayudar en la construcción de un futuro distinto para nuestra Patria.
La Fundación Pampa Sur que haciendo carne su compromiso con la historia de nuestro país, ha resuelto acompañar con hechos a todos aquellos que desde sus distintas posiciones creen que la Argentina debe dar inicio a una etapa en donde los desencuentros del pasado vayan siendo reemplazados por definiciones políticas de largo plazo, consensos concretos y tangibles, que se traduzcan en el progreso real de una Argentina que debe integrarse al mundo, pero desde una arraigada conciencia de identidad nacional.
Todos somos culpables por aceptar regirnos por la urgencia, la inmediatez, la no planificación, la no elaboración de un consenso básico que defina los ejes fundamentales de nuestro destino como Nación. A veces, estamos esperando ANSIOSOS un cambio en la dirección de acción de acuerdo a nuestras particulares preferencias. Esta es una de las razones que genera el estancamiento y hasta el retroceso de nuestro país.
Todos, en diferente medida, somos responsables de nuestro fracaso como proyecto colectivo.
Los países que hoy se consideran exitosos no funcionan con esta lógica ni sobre esta base. Han logrado un proceso continuo de crecimiento trabajando en pos de ciertas metas PERMANENTES, que constituyen verdaderas políticas de Estado y que prevalecen más allá de los cambios de gobierno.
Podemos estar en desacuerdo en casi todo. Sin embargo, debe existir un núcleo básico de consenso sobre cuestiones trascendentales sin que esto implique unanimidad de opinión ni renunciamientos a las alternancias periódicas de los gobiernos.
La Fundación Pampa Sur tiene la plena convicción de que ésta es una Argentina que vale la pena transformar. Y en este punto, es preciso mencionar a Manuel Belgrano.
Hay quienes se esfuerzan por encontrar en nuestra Historia, una forma de seguir discutiendo nuestro presente y de poner en duda nuestro futuro, en lugar de rescatar los valores de nuestra tradición y nuestros antepasados, honrar a nuestros héroes, y ver -pese a las diferencias- a nuestros distintos caudillos y líderes en su dimensión humana y patriótica.
No vamos a alentar falsas antinomias y por ello - y por sus brillantes y previsoras palabras sobre el agro argentino -hemos elegido a Manuel Belgrano como padre y figura histórica de nuestro encuentro.
Belgrano señaló: "Nadie duda que un Estado que posea con mayor perfección el verdadero cultivo de su terreno, en el que las artes se hallen en manos de hombres industriosos con principios, y en el que el comercio por consiguiente se haga con frutos y géneros suyo, sea el verdadero País de la felicidad, pues en él se encontrará la verdadera riqueza, será bien poblado y tendrá los medios de subsistencia y aún otros que le servirán de pura comodidad".
Movidos por este convencimiento que nos legara Manuel Belgrano, promovemos y pretendemos que gran parte de nuestra dirigencia política, incorpore la visión agropecuaria, la visión de nuestro campo argentino, de nuestro interior profundo, de nuestros hombres y mujeres en contacto con su tierra, con sus pueblos, sus ciudades, sus industrias, sus comercios y sus familias, en la definición del Proyecto Nacional.Aunque valoramos, atesoramos y nos nutrimos de la experiencia de nuestros antecesores, no creemos que modelos exitosos o circunstancias históricas en nuestra tierra, o tierras extranjeras, puedan transplantarse directamente a nuestra actualidad, sin tener en cuenta las diferencias de tiempo y espacio, y sin contemplar la evolución y los cambios acontecidos.Reconocemos la labor de nuestros hombres de la generación del '80, el esfuerzo de la Organización Nacional, y la obra de construcción y de diseño de nuestro país pero también sabemos que el S. XXI no puede ser sólo el modelo agroexportador basado en la renta de la tierra.
Nuestro campo debe ser el campo del presente y del futuro, y para ello debe incorporar información genética, digital y relacional; debe consumir servicios y debe agregar valor a través de la incorporación de conocimientos. Un campo de la cuarta ola como lo define Aapresid (Asociación de Productores en Siembra Directa).
Debemos ver más allá de lo inmediato. Como dice Gustavo Grobocopatel: "el mundo necesitará más alimentos y mejor calidad: podemos ofrecérselos con un modelo de agricultura sustentable. Necesitará energía: podemos ofrecer biocombustibles. El mundo necesitará biofármacos, alimentos que curen, bioplásticos para resolver el problema de los residuos: todo ello podemos ofrecer desde el campo en forma amigable con el medio ambiente".
También vemos con entusiasmo el crecimiento que en estos últimos años ha registrado la agroindustria. Crecimiento que se registra porque nuestro campo entiende y cree en la cadena de valores y en la integración regional. Se trabaja pensando y sabiendo que la agroindustria es uno de los pilares y motores fundamentales de la economía de nuestro país, por su generación de empleo y de divisas a través de miles de Pymes y decenas de cadenas productivas que agregan valor, a lo largo y a lo ancho de nuestra extensa geografía. En consonancia con esto, uno de los paneles de esta Jornada se referirá específicamente a este tema, porque como dice el Foro de la Cadena Agroindustrial Argentina: "Si la Agroindustria crece, crece la Argentina".
Todo esto que mencionamos -nuestra historia y la perspectiva que existe- nos insta a querer "ser parte de una Argentina Posible", como se pregona desde los valiosos -humana y profesionalmente- Grupos Crea (Consorcio Regional de Experimentación Agrícola). Y no solo lo anuncian. Se esfuerzan por lograrlo mediante la organización de Congresos como el que se realizó el año pasado en el que más de 3000 productores agropecuarios se reunieron con una gran parte de la dirigencia política. Hace más de 40 años trabajan buscando mejoras en la productividad y eficiencia de sus empresas pero incorporan a quienes tenemos responsabilidad política porque pretenden lograr una Argentina integradora, participativa, inclusiva y con oportunidades para todos.
Para finalizar, quiero comentarles en qué creemos, a grandes rasgos, quienes integramos La Fundación Pampa Sur:
Creemos en la necesidad de respetar a rajatabla nuestra Constitución Nacional. Nuestra ley de leyes, debe ser respetada y ejecutada. El respeto a la leyes es un basamento fundamental, como la Educación, en su rol de transmisión de civilización y valores de convivencia.-
Creemos que debe existir un Proyecto Nacional basado en el agro que se diseñe sobre la base de una Nación INTEGRADA, que EVITE las masivas concentraciones urbanas y que promueva la redistribución poblacional para, de esta manera, lograr mayor seguridad, salud y educación para todos los habitantes de nuestra tierra. Que frene el éxodo interno hacia la marginalidad. Para ello se debe pensar en una Argentina poblada, a lo largo de TODO nuestro territorio nacional.-
Creemos en la necesidad de una descentralización política y económica, transfiriendo poder y recursos a provincias, y regiones.
Por esta razón, también fomentamos claramente el municipalismo y la revalorización de los gobiernos locales.-
Creemos y pretendemos que el sector debe tener un lugar preponderante en el Ejecutivo Nacional en forma multidisciplinaria: en la definición de los proyectos de inversión en infraestructura, en el establecimiento de las prioridades en materia de desarrollo científico y tecnológico, en los lineamientos de una política comercial y en las modalidades de financiamiento de la banca pública, sólo por mencionar algunos aspectos.
Defendemos la eficiencia demostrada por los profesionales del INTA y la tarea responsable que ha comenzado en esta nueva etapa. Estamos convencidos que esto nos debe permitir asegurar un trabajo de alta eficiencia tecnológico-científico capaz de comenzar a crear desde la Argentina, con una fuerte decisión política de inversión, eventos biotecnológicos para un futuro de 15 o 20 años.
Creemos, defendemos y destacamos, también, la tarea de nuestro organismo de sanidad, en la búsqueda de un presupuesto propio, acorde al movimiento económico de casi 18.OOO millones de dólares en exportaciones. -
Más allá del reclamo y el cuestionamiento puntual de los impuestos a las exportaciones -que no avalamos por principio general y por su carácter distorsivo-
CREEMOS que se debe producir un profundo debate que genere importantes cambios en materia impositiva. Ingresos brutos, Ganancias, IVA diferencial, impuestos inmobiliarios provinciales o red vial municipal, todo debe ser analizado ya que el sistema tributario argentino constituye un mosaico de cargas superpuestas, y escalonadas, que aplasta con su peso al único sector capaz de generar auténtica riqueza.-
Creemos que se debe diseñar y ejecutar una estrategia de especialización agroalimentaria, basada en una continua incorporación de valor agregado. La producción de alimentos debe ser una prioridad estratégica, ya que la cadena agroalimentaria se puede transformar en el basamento principal para una estrategia de diversificación económica, e industrialización del país. Y para ello se debe contemplar desde la producción primaria hasta lo más avanzado en la biotecnología.-
Creemos, finalmente, por supuesto que no se limita todo el Proyecto Nacional a lo agroalimentario, sino que se proyecta a todo el conjunto de actividades vinculadas con el aprovechamiento integral del resto de nuestra Argentina.
Energía -en especial el Gas-, la industria forestal, la minería y el turismo -que también tiene que ver con nuestros recursos naturales- cierran este verdadero EJE de proyecto de futuro para nuestra Patria.
Para terminar, quiero comentarles que no es casual que estas primeras Jornadas se realicen aquí, en el Hotel Castelar, en el cruce de dos grandes avenidas de la ciudad de Bs. As.
Elegimos este lugar, porque es precisamente aquí donde debemos estar: en el CENTRO del debate nacional, en el lugar donde se toman las grandes decisiones, entre la Casa de Gobierno y el Congreso Nacional.
Debemos ubicarnos en este espacio y conservarlo.Por eso, estas primeras Jornadas sólo son el Primer paso de un camino que decidimos recorrer con firmeza y decisión, en pos de lograr una Argentina con más CAMPO DE ACCIÓN.
